La Santificación del cristiano – Santo Cura de Ars

Notas sobre La Santificación del cristiano – Santo Cura de Ars

  • Todas vuestras acciones sean meritorias para la vida eterna.
  • Hacerlo todo con la intención de agradar a Dios.
  • Levantarse con prontitud. Guardaos de dar oido al demonio que obstentará que os quedeis un poco más en la cama para que dejeis así vuestra oración o la hagais distraido pensando que os esperan o que vuestro trabajo corren prisa.
  • Cuando os vistais hacerlo con modestia. Pensad que Dios os esta mirando y que el Angel de la Guarda esta a vuestro lado como no lo podeis dudar.
  • Arrodillaos sin escuchar al demonio qué dirá que dejeais la oración para otro momento a fin de moveros de ofender a Dios desde la mañana. Al contrario decir vuestras oraciones con la mayor modestia y respeto posible.
  • Acabada vuestra oración pensad en las ocasiones de tentación que se presentaran durante este día a fin de estar prevenidos y evitar esa desgracia
  • Tomad enseguida alguna buena resolución que os esforzareis en ejecutar desde el primer momento, como por ejemplo:
    • Hacer vuestro trabajo con espíritu de penitencia.
    • Evitar las impaciencias, las murmuraciones, los juramentos, Guardar la lengua.
  • Por la tarde examinarás si habeis sido fieles a ellas. Si habeis fallado, debeis imponeros una penitencia en castigo de vuestra infidelidad.
  • Cuando vais a vuestro trabajo, en vez de ocuparos en la conducta del uno y del otro, ocupaos en algún buen pensamiento, por ejemplo el de la muerte, pensando que pronto os tocará salir de este mundo y examinareis que bien habeis practicado desde que estas en el y gemireis sobre todos los días por aquellos perdidos para el cielo lo cual os llevará a redoblar vuestras buenas obras, vuestras penitencias y también vuestras lágrimas.
  • También ocupaos en el pensamiento del Juicio, que quizás antes de acabar el día iras a rendir cuenta de vuestra vida.
  • Rezad el Santo Rosario. Decidlo por vuestros hijos a fin de que Dios les haga la gracia de ser buenos cristianos, de que sean un día vuestro consuelo en este mundo y vuestra gloria en el otro.
  • Rogad por los pecadores para que tengan la dicha de retornar a Dios y con eso evitareis un número infinito de palabras inútiles y aún quizás de conversaciones que a menudo no son las más inocentes.
  • Emplea, desde muy temprano, santamente el tiempo. No podemos salvarnos sin pensar en nuestra salvación.
  • Hacer siempre la señal de la Cruz.
  • Ofrece sencillamente vuestras penas a Dios y renovad de vez en cuando vuestro ofrecimiento.
  • Si trabajas para agradar a Dios, de obedecer sus mandamientos, que os ordenar ganar el pan con el sudos de nuestro rostro, haced un acto de obediencia.
  • Haz un acto de confianza y caridad por Dios y por la salvación de nuestra alma.
  • Los días y las horas pasan, nos acercamos cada vez más a la eternidad.
Oh hermoso Cielo, cuándo tendré la ventura de poseerte!
  • Cuando el demonio te tienta:
    • Recurrir enseguida a Dios: “Dios mío venid en mi socorro! Virgen Santa ayúdame! Angel de mi Guarda combatid conmigo por mi salvación!
    • A la hora de la muerte quisiera haber hecho esto_ Por supuesto que no!mEs preciso que resista a esta tentación!
    • Dios me ve. Cuando llegue la hora de juzgarme, qué le responderé? si tengo la desgracia de cometer este pecado…
    • Resiste y saldrás victorioso! Quedrás recompensado y con gozo luego de haber echado al demonio.
    • Papá, mamá acostumbrar a sus hijos a resistir a la tentación.
    • No se dejen agarrar por el demonio.
  • Santificar el trabajo.
    • Santificar = Trabajar no para enriquecerse, no para hacerse estimar ene el mundo sino solo para agradar a Dios.
    • Trabajadores si quieren ganar el cielo:
      • Aguantar con paciencia el rigor de las estaciones.
      • El mal humor de los patrones.
      • Evitar quejas y maldiciones.
      • Cumplir fielmente su deber.
    • Esposos y esposas:
      • Vivir unidos, en paz.
      • Edificarse mutuamente.
      • Orar uno por el otro.
      • Sobrellevar sus defectos con paciencia.
      • Animarse a la vida virtuosa con buenos ejemplos
      • Seguir las reglas santas y sagradas de su estado.
  • Temeroso de Dios y dueño de sus pasiones.
    • Inspirar a nuestros hijos el temos y el amor a Dios.
  • Terminar el día con la oración de la noche. Exámen de conciencia. Si nos juzgamos a nosotros mismos, Dios será menos riguroso en su juicio.
  • Lecturas piadosas antes de ir a dormir para ocupar nuestros pensamientos al acostarnos y levantarnos.
  • Rezar el Santo Rosario.

En suma:

  • Gusto por la oración.
  • Frecuencia de los sacramentos.
  • Sumisión.
  • Asiduidad en el trabaj.o
    • Los criterios de asiduidad en el trabajo se refieren a la perseverancia, puntualidad, constancia y esmero con que el trabajador se presenta a sus labores.
  • Admirable pureza de conciencia.
  • vivo horror al pecado vergonzoso.
  • Virtud de la pureza. Cuidado en las conversaciones, las palabras: impaciencias, quejas, murmuraciones, maldiciones.
  • Ofrecer todo el día entero a Dios.

Dios nos ama aún siendo pecadores

  • Abre tus ojos. ¿Por qué quieres condenarte? ¿Qué vas a hacer?
  • Presta oidos a Dios. El quiere salvarte. Dios te quiere perdonar.
  • Dios nos ama tanto, aún pecadores, que hasta nos lleva en sus manos, hasta los días de la ancianidad.
  • No guerra a Dios. No seas ciego. No te reveles a Dios.
  • Vivir el día santamente.
  • Repara el mal que hayas hecho en tu vida pasada.

Que este día presente sea TODO PARA DIOS!

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“No tengan miedo, porque hijos míos, en el amor no hay miedo. Si vuestros corazones están abiertos al Padre y si están llenos de amor hacia El, ¿por qué tener miedo de lo que viene? Tienen miedo aquellos que no aman, porque esperan castigos y saben cuan duros y vacíos son. Hijos, yo los conduzco al amor, hacia el Padre querido. Los conduzco hacía la vida eterna. La vida eterna es mi Hijo. Recíbanlo y habrán recibido el amor.”

Extracto del mensaje de la Virgen María Vidente Mirjana - el 18 de marzo de 1995

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